Todos los días vemos noticias de violencia contra nuestras mujeres, lo poco espanta y lo mucho amansa. Nos hemos amansado.
La
prensa publicó: “El 70% de las bolivianas es víctima de maltrato. El
maltrato hacia la mujer sigue siendo el cáncer de la sociedad boliviana.
Datos divulgados por la ONU. La mayoría no denuncia a su agresor por
temor o vergüenza (El Deber 11-10-12)”.
Comentaba en
ese momento y lo reitero hoy: Esta es la noticia más trágica que he
leído en los últimos tiempos. Me ha sorprendido muchísimo la poca
cobertura de los medios en general. Esta es una noticia de portada, en
cualquier país normal del mundo, aquí fue soslayada.
Tampoco
la mujer en general y los grupos feministas en particular le han dado
la relevancia que merece. Menos aún los líderes políticos y las mujeres
del MAS, tan activas en otros casos.
¿Somos una
nación violenta? ¿Qué pasa con Bolivia? ¿Acaso no es trágico que les
peguen y agredan a nuestras madres, a nuestras hijas y a las mujeres en
general? ¿No es 70 por ciento un porcentaje aberrante? ¿Acaso es cierto
lo de “porque me quiere me aporrea”, costumbre troglodita que pervive en
el siglo XXI?
Según la OMS, a septiembre de 2011:
“Entre un 15% en Japón y un 70% en Etiopía y Perú referían haber sufrido
violencia física o sexual perpetrada por su pareja’’.
Bolivia,
Perú y Etiopía son los países con mayor violencia contra la mujer en el
mundo. ¡Bolivia y Perú!... ¿Será un efecto de la cultura andina?
Y
no sólo contra la mujer. El 3 de abril de 2012, comentando un titular
de Página Siete “El 67% de los alteños prefiere un Gobierno con ‘mano
dura’”, señalaba: “Quiero mostrar mi gran decepción y tristeza por los
resultados de ésta encuesta. Son resultados lapidarios, nos muestran
como un pueblo que opta por la mano dura, en lugar de la conciliación”.
Esta
es una infausta constatación empírica. Bolivia no es un país de
diálogo. Somos un país de palo y de guasca. Somos un país donde los
violentos encuentran tierra fértil, donde la democracia no cuadra y el
autoritarismo sí, somos autoritarios por natura.
Somos
un país de bloqueos, de huelgas, de paros y de tinkus sangrientos. Un
país donde se pega a las mujeres. Somos un país donde la gente se cuelga
en cruces y se saca sangre para pintar carteles. Ése, desgraciadamente,
es el estilo nacional.
Somos un pueblo enfermo,
como escribió Alcides Arguedas en 1909. Por eso, la más alta autoridad
de la República pide flexibilizar los Derechos Humanos en los cuarteles
para que sigan pateando y matando a nuestros jóvenes soldados.
Si
bien se ha promulgado, acertadamente, la Ley Integral para Garantizar a
las Mujeres el Respeto, una Vida Digna y Libre de Violencia, este país
sólo será viable cuando hombres de alma noble nos gobiernen. Cuando
hombres buenos lo sustenten desde el mismo pueblo, con una cultura
renovada.
Todo indica que la vida no me alcanzará para ver la patria que soñé.
El autor es abogado
jimiortiz@cotas.com.bo
Hola, yo pienso que las leyes contra la violencia, SÍ que deben ser contempladas para todos. Primero, toda la vida se ha visto, como muchas mujeres han sido agredidas por sus maridos, hermanos y/o varón cualquiera, sin importar a veces la razón. A veces han habido mujeres que han justificado los golpes recibidos dándole los derechos de marido, novio o hermanos. Estoy en total acuerdo con la LEY DE NO VIOLENCIA.
ResponderEliminarAquí en España se hizo la ley contra la violencia de género y mueren entre 40 y 70 mujeres al año. uN MAL DATO. Ahora es una vergüenza que en Bolivia haya un dato tan fuerte como el 70% de maltrato. La falta de voluntad política de este gobierno y los anteriores. Nos demuestra que la violencia es "normal" para los políticos, que seguro existe dentro de su propia familia y que justifican con algún comentario machista. Aparte que nosotras mujeres tambien hemos fomentado. Hay mucho por recorrer, pero nunca debemos darnos por vencidas y luchar por nuestros derechos. También quiero añadir que la LEY DE NO A LA VIOLENCIA debería ser PARA AMBOS SEXOS. y que aparte la ley proteja el derecho de ambos progenitores y de los hijos. En caso de España esta ley se ha vuelto yo diría en contra casi absoluta de los hombres. Porque muchas mujeres se han inventado historias, para quedarse con los bienes adquiridos durante el matrimonio y con los hijos. Aparte de sacarle pensiones y dejarlos en la absoluta miseria a los hombres que muchas veces no merecen estos veredictos. Con lo cual no quiero decir que los hombres no inventen tambien historias. Sólo que en una ley de No violencia debe estar contemplado esto, para ambos sexos. Pero esto es harina de otro costal, pero que tiene que ver mucho en España con la muerte de las mujeres. Y la protección al menor es primordial, porque son los que menos pueden defenderse de las agresiones cualesquiera que haya sido el modo. Por eso y para finalizar, mi opinión personal es que la ley debe proteger a todos: mujer, hombre, niño(as), ancianas(os).